31 de Mayo de 2009
El miércoles 27 de Mayo, después del medio día, se reunieron en Salud Publica el Secretaria de SESPAS, Dr. Bautista Rojas Gómez y el Presidente del Colegio Medico Dominicano, Dr. Waldo Ariel Suero Muñiz; este encuentro fue calificado de “acercamiento para limar asperezas” por los gestores del encuentro.
Es importante resaltar el poco impacto informativo que tuvo el encuentro de estos dos archirrivales del acontecer del sector sanitario de este país, donde además de lo desapercibido e irrelevante, pasó sin ton ni son para la ciudadanía.
Los resultados de este “acercamiento” eran de esperarse como algo insustancioso producto de la ausencia de temas de fondo relacionados con propuestas y contrapropuestas de las necesidades del sector y del país en materia sanitaria, en lo referente a la aplicación de las leyes: General de Salud 42-01 y de Seguridad Social 87-01, en la búsqueda de puntos de consenso para el trabajo conjunto y la confirmación de la ley de Colegiación Medica 68-03 que establece en su artículo 2, literal a) que el CMD debe “servir al Estado Dominicano de organismo consultor en materia de salud, especialmente en la permanente actualización de las leyes que regulen el ejercicio de la medicina en la República Dominicana”.
Seguimos cometiendo el error de ir sin propuestas a estos escenarios a “hablar de todo y de nada” para al final salir sin algo que beneficie a los médicos; ya es tiempo de que aprendamos a luchar y a negociar, a ser prudentes, a insistir en los reclamos evitando el protagonismo y los excesos, a no ofender y descalificar a quienes después tenemos que recurrir, a ser menos altaneros, prepotentes e indolentes y aprender a manejarnos con humildad, con razón, con ventaja y sin sobrepasarnos, porque los médicos requieren madurez y ecuanimidad de sus dirigentes y no volver a permitir que procesos de esta naturaleza sean influenciados con acciones y actitudes que desborden el marco de lo racional , lo normal y el buen juicio.
Los médicos tienen muchas necesidades como son: los bajos salarios que reciben, incidiendo esto directamente en un deterioro su calidad de vida, la falta de vivienda propia, la falta de medios para hacer más digna su práctica médica, lo que hace indigno que dirigentes gremiales pierdan tiempo y oportunidades “limando asperezas” y “ hablar de todo y nada”, el momento es para buscar soluciones para los médicos, no para envolverse en asuntos personales, ya que aquí nada debe ser personal, sino institucional.
Aunque nos duela, aunque no lo reconozcamos, en este primer tramo de la lucha hemos tenido dificultades muy desfavorables a nuestros propósitos, debemos aprender de nuestros errores, de nuestros fracasos y en lo adelante entender que somos parte de un sector, que no somos un Estado, que la confrontación directa con el poder no es buena, que la lucha no implica resentimientos.
Mantengamos el espíritu de lucha de todos lo que justamente nos corresponda, usando la razón y el buen juicio; negociemos para el beneficio nuestro y del pueblo Dominicano y mantengamos nuestra dignidad, nuestro decoro y nuestro prestigio como institución.
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